La comunidad judía argentina no ha recibido con beneplácito el discurso de la presidente Cristina Fernández de Kirchner en la Asamblea General de Naciones Unidas. En primer lugar, el apoyo argentino al reconocimiento de Palestina no ha sido bien visto. En segundo lugar, el tema iraní, mucho más sensible en el ámbito bilateral ha generado disgusto en los dirigentes comunitarios.
La aceptación argentina de la propuesta iraní de colaborar en la investigación del atentado de la AMIA chocó con la postura absolutamente intransigente de la comunidad judía. El secretario general de la DAIA Fabián Galante, señaló que habáin ido a Nueva York con "otra expectativa".
Otro tema que generó críticas desde ese sector fue el hecho de que el embajador argentino en la ONU, Jorge Arguello (foto), se mantuviera en su sitio cuando el presidente iraní diera su discurso mientras que los representantes de los países de la Unión Europea, Israel y Estados Unidos se retiraron. Según ha podido saberse Arguello siguió lo ordenado por la presidente Fernández de Kirchner quien en función de la nueva disposicion a colaborar de Irán pidió que el representante argentino se mantuviera en su asiento.
Arguello reconoció que en años anteriores cuando la delegación argentino se retiró lo hizo por razones particulares referidas a la no colaboración de Irán en la investigación por el atentado a la AMIA pero que este año el cambio de actitud iraní generó un cambio en la actitud argentina.
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