El "complot" iraní y Argentina

Aunque el texto de la acusación del Departamento de Justicia sobre un supuesto complot iraní para asesinar al embajador de Arabia Saudita en Estados Unidos, la cadena de noticias ABC News informó que los implicados pensaron en realizar atentados contra las embajadas saudí e israelí en Argentina.

El gobierno israelí no se ha referido al respecto pero ha trascendido que hace tres meses la embajada del Reino de Arabia Saudita en Buenos Aires habría pedido mayor protección policial.

No queremos centrarnos en las opiniones que señalan los "puntos oscuros" en la acusación debido a la escasa profesionalidad de los supuestos agentes iraníes (mientras que propios y extraños reconocen que el sistema de inteligencia y seguridad iraní es altamente efectivo), en cuanto a los beneficios esperados de asesinar en un lugar público utilizando una bomba al representante diplomático saudí o en lo referido a quien dentro del complejo sistema decisorio iraní habría aprobado tal plan. 

Por ello, si vamos un poco más allá, podemos afirmar que dos son los temas de fondo identificables: En primer lugar, la innegable competencia (hasta enfrentamiento diríamos entre Arabia Saudita e Irán) y, en segundo lugar, el interés de los Estados Unidos de aislar a Irán y separar a los gobiernos iberoamericanos de Teherán y particularmente al gobierno argentino. Aqui nos centraremos en este segundo punto.

Algunos medios mexicanos han señalado que el objetivo final es tensar las relaciones entre México y Teherán, y lo mismo se piensa desde el ámbito más académico.

En lo referido a las relaciones Buenos Aires-Teherán, el reciente giro de la política exterior argentina tendiente a superar el estancamiento producido por las investigación del atentado a la AMIA en 1994, ha sido muy criticado por la comunidad judía argentina que acusa al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner de "negociar con un estado terrorista como Irán". En este sentido llama la atención que´se acuse a Argentina de claudicación pero no se haga lo mismo con el Estado de Israel que en estos momentos está negociando con Hamas la liberación de presos palestinos para intercambiarlos por el soldado Shalit en poder de esa organización desde 2006.

Pero ese no es el único orígen de las críticas hacia la política de Fernández de Kirchner, a pesar de que no se ha hecho público es probable que desde Washington se hayan enviado señales al respecto. En un momento en que el gobierno de Obama intenta aislar a Irán la Argentina decide avanzar hacia una mejora de las relaciones bilaterales. Si a eso le agregamos la tensión existente entre Estados Unidos y Argentina no sería impensable el sostener que desde allí se ha intentado sumar a Argentina a este complot para matar a dos pájaros de un tiro: Aislar a Irán y enviar un mensaje a Argentina. Por eso la información sobre los posibles atentados en Buenos Aires no se incluyeron en el informe del Departamento de Justicia (creemos que no habría elementos probatorios suficientes) pero sí se dejaron entrever en la información dada por ABC News.

Lo más sorprendente no es esto. Lo más sorprendente sería pensar que la diplomacia argentina haya tomado una decisión tan trascendente como la de iniciar la normalización de las relaciones bilaterales con Irán sin considerar el impacto que la misma tendría en la política de Washington hacia Buenos Aires.

Mucho más si pensamos que las relaciones argentino-iraníes nunca han sido estrictamente bilaterales sino que han sido el resultado de las estrategias de inserción internacional de Argentina, una de cuyas variables centrales está constituida por las relaciones argentino-norteamericanas.