viernes, 14 de noviembre de 2008

Irán y la Unión Europea: Enseñanzas a partir de la experiencia rusa

La reunión entre Irán, Rusia y Qatar para coordinar posiciones en el tema de las exportaciones gasíferas continúa generando inquietud en los principales consumidores de este producto. Si bien Vladimir Putin, que ha representado a su país e esta reunión en Doha (Qatar) ha vuelto a afirmar que no debe generar ningún miedo este entendimiento ya que el objetivo no es crear una OPEP del Gas.

Si bien las palabras de Putin pueden parecer estar pensadas para la prensa algo de razón tienen. Las reservas de estos tres países en conjunto representan el 60% de las reservas conocidas mundiales pero sus mercados son distintos. Rusia exporta fundamentalmente gas natural, mientras que Qatar centra sus exportaciones en Gas Natural Licuado (LNG, Liquified Natural Gas) e Irán, finalmente, debido a las escasas inversiones de su infraestructura gasífera se ve en algunas zonas obligado a importar gas a pesar de sus reservas.


De ahí que estos tres estados vean como complementarias y no como competitivas sus posiciones en el mercado internacional del gas. Rusia, que suministra el 40% de todo el gas que consume Europa (y el 25% del petróleo), aprovecha no solo sus reservas de gas (que apenas alcanzan para su consumo interno) sino que transporta a través de su red de gaseoductos el gas de los países de Asia Central que debido a su posición geográfica dependen de sus vecinos para llegar a los mercados internacionales.

Esta mañana la Unión Europea y Rusia han reanudado su diálogo estratégico, resulta bastante claro que los 27 prefieren hablar con el gigante ruso que dejar de recibir su gas y petróleo. A poco más de tres meses del fin de la Guerra de Georgia parece que todo ha vuelto a su lugar, es preferible hablar con Moscú que con el pequeño Tiblisi.

Bruselas intenta llevar adelante una política exterior basada en valores pero luego realiza enormes negocios con Rusia y China, no condenamos esta necesidad sino que esta forma de actuar mina su credibilidad. Rusia lo sabe muy bien y China también.

Tomando en consideración esta situación porque no hablar con Irán? Turquía ya se ha ofrecido a ser el intermediario entre Washington y Teherán. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha dicho que su país es el indicado para acercar a estos dos estados. No se equivoca. Turquía no solo es miembro de la OTAN, sino que es un país islámico, ya ha probado su capacidad mediadora al acercar a Siria e Israel en los últimos meses. Por si fuera poco, a partir del 1 de enero de 2009 ocupará un sillón como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Europa, así, entre la dependencia al gas ruso y un potencial acercamiento entre Irán y los Estados Unidos corre el riesgo de quedar fuera de un nuevo contexto regional. ¿Qué pasaría si luego de demonizar a Irán se encuentra con que Washington establece relaciones con Teherán?
Hace falta una política más realista y más independiente.

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