Los dichos del Presidente Ahmadineyad esta semana en la Cumbre contra el Racismo auspiciada por Naciones Unidas, han tensado las relaciones con Teherán debido a la verborragia iraní y su discurso tan políticamente incorrecto. Sin ánimo de minimizar lo sucedido deberíamos decir que fue todo menos una sorpresa y que ha tenido un sentido más dirigido al consumo interno que otra cosa. La posición iraní es esa y no iba a cambiar en este foro internacional.
Ahora, cada uno de los actores ha cumplido con su papel. Irán despotricó contra Israel y el Sionismo y los países occidentales se escandalizaron, se incomodaron y se ruborizaron.
Volvamos al tabajo.
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