Antes de iniciar esta etapa iniciará su último compromiso internacional, un viaje oficial a América Latina donde visitará Brasil y Venezuela.
El viaje a Brasil ha sido antecedido por el viaje del Ministro de Asuntos exteriores brasilero, Celso Amorim, en Noviembre del año pasado y por el del ministro de Asuntos Exteriores iraní, Manoucher Motakki, en Marzo de este año.
El discurso de Ahmadineyd en la Cumbre Durban de la semana pasada generó una respuesta oficial de Brasil, el texto de la declaración dice:
"El Gobierno brasileño conoció, con particular preocupación, el discurso del presidente iraní, que, entre otros aspectos, restó importancia a acontecimientos trágicos e históricamente comprobados como el holocausto.
El Gobierno brasileño considera que manifestaciones de esa naturaleza perjudican el clima de diálogo y entendimiento necesario al tratamiento internacional de la cuestión de la discriminación.
Las autoridades de Brasil aprovecharán la visita de Ahmadineyad, prevista para el 6 de mayo, para reiterar al Gobierno iraní sus opiniones sobre esos temas"
También hubo un rechazo oficial argentino, cuyo texto es el siguiente:
Para la Argentina la negación del holocausto es inaceptable. Es por ello que en febrero pasado fue expulsado de nuestro país el Obispo Richard Williamson, quien había puesto en duda que el pueblo judío hubiese sido víctima de un genocidio durante la segunda guerra mundial.
Las declaraciones del Presidente de Irán ponen de relieve una gran irresponsabilidad, tanto más cuando ocurren en el seno de una Conferencia destinada a tomar medidas contra el racismo y el antisemitismo, por lo cual sus dichos merecen la total condena de la Cancillería argentina”.
Sin embargo dicho la actitud del gobierno argentino ha sido definida como “escandalosa” para Sergio Widder, Director del Centro Simón Wiesenthal en Argentina.
En 2004 Brasil exportó 1.246 millones de dólares a Irán (situándose en los niveles de Suecia, Japón e India en cuanto a exportaciones a Irán), en 2005 fueron 1.065 millones de dólares, 1.725 en 2006, 2.234 en 2007. (Los datos pueden verse aquí).
Por otro lado, marca una tendencia que ya hemos señalado en posts anteriores, que todo indicaría que Brasil será la puerta de entrada de Irán a América Latina, eso no significa que Venezuela deje de ser un socio importante, sino que Irán no dejará todos los huevos en la misma canasta.
A pesar de los cientos (literales) acuerdos de cooperación entre Irán y Venezuela su comercio bilateral es casi inexistente si lo comparamos con el Brasil, ya que apenas supera los 50 millones de dólares.
La visita de Ahmadineyad a Venezuela tiene por objeto firmar nuevos acuerdos bilaterales y establecer las bases para la creación de una compañía conjunta de explotación minera.
Mohammad Najjar (izq.) y Ramón Alonzo Carrizalez Rengifo
Si bien Venezuela ha sido “el mejor amigo” de Irán en América Latina y es probable que tal relación continúe en el futuro y se afiance a medida que las iniciativas económicas conjuntas comiencen a dar sus frutos, no por eso Irán dejará de cultivar su relación con otros gobiernos latinoamericanos que no pertenecen al ALBA. Brasil, por su peso específico, es un actor demasiado importante para no considerarlo, de ahí el creciente interés iraní.
El aumento del papel iraní en la región, a pesar de Chávez, es el mejor ejemplo de una política exterior seria que cosecha amigos en todos lados, no solo como ocurre con Irán, sino con Ecuador (ver lo que dice el recientemente electo Rafael Correa que sin negar su relación con Chávez se acerca a Brasil a pesar de los problemas bilaterales) y hasta con Estados Unidos (Lula y Obama ya se han encontrado tres veces en este año).
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