La semana pasada el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Riabokov, ha visitado oficialmente Irán para discutir temas de la agenda bilateral así como temas de la agenda regional.
Las relaciones ruso-iraníes son unos de los temas más interesantes de la poítica exterior iraní. Ambos países mantienen una relación basada en temas en los cuales tienen intereses bastante similares, así como temas en los cuales es imposible esonder un nivel de competencia.
Entre los primeros podemos citar el interés ruso de desarrollar un eje de transportes Norte - Sur que permita una salida rápida y económicamente viable hacia el Golfo Pérsico y, en consecuencia, hacia los países de Asia.
En cuanto a temas donde existen divergencias, el caso más emblemático es la voluntad iraní de desarrollar un sistema de oleoductos y gaseoductos hacia Europa lo cual se convertiría en un directo competidor del sistema ruso de transporte de hidrocarburos hacia los países de la Unión Europea.
Finalmente, en el ámbito de la cooperación técnica en el plano nuclear, si bien Rusia se ha convertido en el principal socio iraní en este campo, Moscú no está dispuesto a llevar esta cooperación hasta un nivel que le signifique un empeoramiento (aún mayor) de sus relaciones con los países occidentales. El gobierno ruso suele utilizar la baza de la cooperación nuclear con Irán en sus relaciones con Occidente. Es así que hay cambios en Moscú que no se derivan de sus relaciones directas con Teherán sino de las relaciones de Rusia con occidente.
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