Semana difícil para la política exterior iraní

Consejo de Cooperación del Golfo

A pesar de que a la administración Bush le resta tansolo un mes en el poder, eso no significa que estas últimas semanas vayan a ser tranquilas para Irán. La Secretaria de Estado, Condolezza Rice, se ha reunido junto con los otros miembros del Grupo 5 + 1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Gan Bretaña y Alemania) con representantes de los países miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Bahrein y Qatar. Omán a pesar de ser miembro del Consejo de Cooperación del Golfo no participó de esta reunión) y otros tres países árabes (Egipto, Jordania e Irak).

Esta reunión del Grupo 5+1 y del Grupo GCC+3 tuvo por objetivo mantener informados a los países árabes acerca de cuales son los esfuerzos que se están realizando en cuanto al programa nuclear iraní.

A pesar de que no ha habido ningún comunicado oficial luego de la reunión, la Secretaria de Estado ha dicho que "Todos los participantes dieron su apoyo a las acciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y de la Agencia Internacional de Energía Atómica en cuanto a las negociaciones con Irán".

Aunque debemos reconocer que este tipo de reuniones tiene un alto nivel de retórica, lo que resulta claro es que los países árabes del golfo están en una situación complicada. Por un lado no están dispuestos a aceptar una preeminencia iraní o, para decirlo en otras palabras, la emergencia de un Irán como potencia regional mientras que, por otro lado, tampoco desean aparecer como meros apéndices de las políticas llevadas adelante por los países occidentales.

Por otra parte, las declaraciones del Presidente francés Nicolas Sarkozy acerca deIrán y de Mahmud Ahmadeniyad han producido un clima de tensión cuya primera consecuencia ha sido la ausencia de Irán de la reunión de países limítrofes de Afganistán que se reunió en Paris el pasado 14 de diciembre.

A pesar de la salida de Bush del poder, siguen subsistiendo grandes dificultades para Irán, restan muchos actores por convencer y un eventual mejoramiento de las relaciones entre Teherán y Washington será solo el comienzo de una interesante etapa desde el punto de vista de la política internacional.