Texto de la traducción al español, la traducción inglesa puede verse aquí:
"En nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso.
En ocasión del aniversario del nacimiento de Jesús, hijo de María, el Verbo de Dios, el mensajero de la misericordia, quisiera felicitar a los seguidores de las religiones de Abraham, especialmente a los seguidores de Jesucristo, y al pueblo británico.
Dios todopoderoso creó el universo para el ser humano y el ser humano para Él mismo. Creo a cada ser humano con la posibilidad de alcanzar las alturas de la perfección. Incitó al hombre a que haga el esfuerzo de vivir una vida buena y a que trabaje para alcanzar la vida eterna.
En este dificultoso y desafiante camino del hombre, desde el polvo hacia la divinidad, Dios no ha abandonado a la humanidad sino que ha elegido de entre aquellos creados por Él a los mejores para que sean sus profetas y guíen a la humanidad.
Todos los profetas han abogado por el culto a Dios, por el amor y la hermandad, por el establecimiento de la justicia y del amor en la sociedad. Jesús, hijo de María, es el abanderado de la justicia y del amor al prójimo, de la lucha contra la tiranía, la discriminación y la injusticia.
Todos los problemas que han aquejado a la humanidad a lo largo de la historia se originan en el abandono de la recta senda y en el descuido de los mensajes de los profetas.
Ahora, cuando la sociedad humana enfrenta un conjunto de problemas y una sucesión de complejas crisis, las causas de tal situación pueden encontrarse en el rechazo de la humanidad a ese mensaje, en particular a la indiferencia de algunos gobiernos y poderes hacia las enseñanzas de los divinos profetas, especialmente hacia aquellas enseñanzas de Jesucristo.
Las crisis en la sociedad, en la familia, la moralidad, la política, la seguridad y la economía que han dificultado la vida para la humanidad y que ponen gran presión a todas las naciones ocurren porque se han olvidado a los profetas, Dios todopoderoso ha sido olvidado y algunos líderes desconocen a Dios.
Si Cristo estuviera hoy en la tierra, no tengo dudas de que estaría del lado de la gente oponiéndose a los poderes (potencias) amenazadores, malvados y expansionistas.
Si Cristo estuviera hoy en la tierra, no tengo dudas de que alzaría la bandera de la justicia y el amor por la humanidad para oponerse a los belicistas, a los ocupantes, a los terroristas y a los matones del mundo entero.
Si Cristo estuviera hoy en la tierra, no tengo dudas de que lucharía contra las políticas tiránicas de las potencias políticas y económicas, tal como lo hizo a lo largo de su vida.
La solución a los problemas de hoy es el regreso a los profetas de Dios. La solución a estas crisis es seguir a los profetas ya que ellos fueron enviados por Dios todopoderoso para el bien de la humanidad.
Hoy, la voluntad de las naciones demanda un cambio fundamental. Esto está teniendo lugar en estos momentos. Exigencias de cambio, exigencias de transformaciones y exigencias de un regreso a los valores humanos se han convertido rápidamente en las principales exigencias de todas las naciones del mundo.
La respuesta a esas demandas debe ser real y verdadera. El prerrequisito para ese cambio es un cambio en los objetivos, en las intenciones y en las orientaciones. Si los objetivos tiránicos son envueltos en un atractivo y engañoso envoltorio e impuestos nuevamente a las naciones, los pueblos se despertarán y se opondrán a ellos.
Afortunadamente, hoy, a medida que las crisis y la desesperación se multiplican, una ola de esperanza está creciendo. Esperanza por un futuro más brillante, esperanza por el establecimiento de la justicia, esperanza por una paz real, esperanza por encontrar gobernantes píos y virtuosos que amen al pueblo y quieran servirlo, y esto es lo que Dios todopoderoso nos ha prometido.
Nosotros creemos que Jesucristo regresará y, junto con uno de los hijos del reverenciado mensajero del Islam, guiará el mundo hacia el amor, la hermandad y la justicia.
La responsabilidad de todos los seguidores de Cristo y de las religiones de Abraham es preparar el camino para el cumplimiento de esta promesa divina y la llegada de esa época feliz, brillante y maravillosa.
Deseo que el deseo colectivo de las naciones se una en un futuro no muy distante y, con la gracia del Señor todopoderoso, llegue ese período brillante sobre la tierra.
Una vez más, felicito a todos y cada uno de ustedes por el aniversario del nacimiento de Jesucristo. Rezo por que el nuevo año traiga felicidad, prosperidad, paz y hermandad para la humanidad. Les deseo éxito y felicidad."
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